Encontramos numerosas piedras que nos transmiten la historia, indicándonos que algunas de ellas datan de la época romana, como evidencian los restos de una antigua estela funeraria. No obstante, la mayoría de los bloques de piedra fueron colocados durante la Reconquista.
Destacan el edificio del ayuntamiento y la iglesia parroquial de San Juan Bautista. Esta última ha sido testigo de la marcha de tropas extranjeras durante la significativa batalla de 1640, en el contexto de la Guerra de Secesión portuguesa. También fueron testigos de la lenta recuperación del pueblo, que culminó a finales del siglo XVIII con la incorporación de un pórtico neoclásico en su flanco sur como un regalo para la comunidad.
Las festividades locales se celebran el 24 de junio y el 19 de agosto.