La pieza arquitectónica más reseñable es la Iglesia del Dulce Nombre de María, consagrada a Nuestra Señora de la Misericordia y erigida en el siglo XVII. El templo destaca por su techo de madera, único en la región, y su sacristía alberga una reja que resguarda el archivo y el joyero parroquial, elaborado por Matías López. La otra estructura religiosa, la Ermita de San Antonio, se encuentra junto al camino romano de la Vía de la Plata. Este edificio simple de piedra data del siglo XVIII, pero conserva rasgos arquitectónicos de los siglos XVI y XVII.
Explorar los alrededores es también una opción atractiva, con varias rutas señalizadas, circulares o de ida y vuelta, que parten del pueblo y atraviesan diversos paisajes.
Las festividades locales se celebran el 15 y 16 de septiembre en honor a la Virgen de la Misericordia.