Cruzado por las aguas del río Oblea, el municipio cuenta con varias fuentes y manantiales que proveen de excelentes aguas, generando paisajes encantadores donde dominan matas, bosques de encinas y robles.
Cabe mencionar la iglesia parroquial, consagrada a Nuestra Señora de la Asunción y construida en el siglo XVII, que destaca por su cúpula única en esta región de la provincia. En su interior alberga la imagen del patrón local, el Cristo de las Batallas, cuya festividad se celebra el tercer domingo de agosto.
Las festividades locales tienen lugar el 19 de agosto y el 22 de agosto.