Entre sus paisajes notables se encuentran la Fuente de Anchalejo, el alto de la Mata y el Pinar de las Cruces. La región alberga evidencias ancestrales de pinturas rupestres en la sierra de las Quilamas, revelando antiguos vestigios de asentamientos. Cuenta con diversas eco-rutas para apreciar sus paisajes.
El acceso al pueblo se realiza a través de un arco reconstruido con piedras de una antigua ermita. La iglesia parroquial, dedicada a San Miguel Arcángel, patrono del pueblo, se erigió en el siglo XVII, conservando un artesonado mudéjar de interés en su interior.
Las fiestas se celebran en honor a San Miguel el 8 de mayo y San Miguel Arcángel del 28 al 30 de septiembre.