Destaca por mantener muy vivas muchas de sus tradiciones. Desde el distintivo dialecto local hasta la artesanía y el folclore. Los artesanos cesteros continúan la tradición elaborando piezas con berceo, un arbusto de áreas escarpadas, y confeccionando gorras de paja de centeno.
Es interesante la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, construida en el siglo XIV con una torre separada. El templo alberga una custodia de mano, con un diseño típico de Ciudad Rodrigo del siglo XVI. En las afueras se encuentra una ermita dedicada al Cristo de la Salud que data de 1582.
Atravesado por los ríos Águeda y Mayasa, ofrece numerosas rutas de senderismo que destacan por la diversidad paisajística, especialmente marcada por la presencia de los robles.
Las festividades locales se celebran el 24 de junio y el 16 de agosto.